<$BlogRSDURL$>
Leitaria Garrett
sexta-feira, novembro 25, 2005
 
143
"Por la mañana, obstinados todavía en la duermevela que el chirrido horripilante del despertador no alcanzaba a cambiarles por la filosa vigilia, se contaban fielmente los sueños de la noche. Cabeza contra cabeza, acariciándose, confundiendo las piernas y las manos, se esforzaban por traducir con palabras del mundo de fuera todo lo que habían vivido en las horas de tiniebla".
CORTÁZAR, Rayuela
 
sábado, novembro 05, 2005
 
A lo mejor se te pasa contigo también. A mí me suele pasar: mirarme al espejo y no alcanzar verme; salir a la calle y no encontrar mi propria sombra por entre los miles de sombras que hay; dejar el cine y no sentir que haya pasado nada en los ultimos 120 minutos. Todo esto es tan real que uno deja de creerse en si mismo, deja de saber posicionarse en un punto concreto de lo que sea, de la vida, del cotidiano. El espejo ya no te mira porque solo le mira uno mismo. La sombra desaparece porque se ha hecho real, un ser autónomo y ya no necesita que la sujetes. Y en la película, por lo que sea, ya no hay personajes y papeles sino volumenes concretos de realidad, de tu realidad. Y es entonces cuando te atrapa el miedo, cuando te das cuenta de que ahí (¡o aquí!, ¡o dónde sea!) solo estás tú. Te acojona que lo que no veas en el espejo seas tú mismo, te mata por instantes que lo de la sombra sea la prueba de tu soledad y te destroza que la pelí se te haga tan nítida que olvides la pantalla, las sillas y los demás en la sala.
Todo esto se pasa conmigo.
Dejar de creerme, no lograr encontrarme donde sea, sentir que no hay salida o llegada y incluso sentir que no he llegado siquiera a partir...
 
  Si cuando me miras no hay más que aire entre nosotros... Él, aire, que sale de ti, que intentas regalarme de lejos ya no me llega puro, sino utilizado por otros que pasan y cruzan nuestros espacios respirables. Y entonces lo que me llega de tí es poco para mis pulmones, no me llena, no me hace reconocerte, sentirte, olerte.
Si cuando me tocas no hay más que la ilusión de tus manos, de tu sensibilidad lejana. Si cuando me tocas todo alrededor se vuleve irreal, sureal. 
No Chiado, de tardinha, às vezes via-os passar sorridentes...de mão em mão...Dizia quem via:"São rapazes, bons portugueses!".Dona Ana passava também sempre à mesma hora,com os seus longos vestidos de tecido importado do Brasil...Carlos, o engraixador residente, com esse há-vontade que tem quem trabalha na rua,rodava o corpo enquanto Dona Ana passava e,do seu pequeno banco de madeira velha,gritava em suspiros, para que todos ouvissem,o mesmo de sempre:"Ai!, Madame!...Que até me causa indigestão!"

ARCHIVES
03/01/2004 - 04/01/2004 / 05/01/2004 - 06/01/2004 / 06/01/2004 - 07/01/2004 / 07/01/2004 - 08/01/2004 / 08/01/2004 - 09/01/2004 / 10/01/2004 - 11/01/2004 / 11/01/2004 - 12/01/2004 / 12/01/2004 - 01/01/2005 / 01/01/2005 - 02/01/2005 / 02/01/2005 - 03/01/2005 / 04/01/2005 - 05/01/2005 / 05/01/2005 - 06/01/2005 / 06/01/2005 - 07/01/2005 / 07/01/2005 - 08/01/2005 / 08/01/2005 - 09/01/2005 / 09/01/2005 - 10/01/2005 / 10/01/2005 - 11/01/2005 / 11/01/2005 - 12/01/2005 / 12/01/2005 - 01/01/2006 / 01/01/2006 - 02/01/2006 / 03/01/2006 - 04/01/2006 / 09/01/2006 - 10/01/2006 / 10/01/2006 - 11/01/2006 / 11/01/2006 - 12/01/2006 / 12/01/2006 - 01/01/2007 / 01/01/2007 - 02/01/2007 / 02/01/2007 - 03/01/2007 / 03/01/2007 - 04/01/2007 / 06/01/2007 - 07/01/2007 / 09/01/2007 - 10/01/2007 / 01/01/2008 - 02/01/2008 / 05/01/2009 - 06/01/2009 /


Powered by Blogger